Llega el fin de semana y no podía empezar de mejor manera que con las nubes tomándose un respiro.
El sábado ha tocado moverse puesto que a las 9:30 ya estábamos camino a Dun Laoghaire para coger el autobús a Dundrum, el centro comercial más grande de Irlanda y uno de los más grandes de Europa; donde los niños, entre tiendas de juguetes, librerías, Starbucks y ropa (Penney’s), pasaron un día en grande. Acabaron todos comiendo juntos en el KFC, demostrando una vez más, el grupo tan especial que han creado.
Una vez de vuelta a Rathdown, y tras una cena ligera (que el hambre no abundaba), se tomaron un descanso para asearse preparándose para la actividad nocturna, el juego de jerarquía: Una auténtica batalla campal donde dos ejércitos, valiéndose solamente de sus manos, velocidad y astucia capturaban a miembros de uno y otro bando para conseguir ansiados puntos que acabarían dando como vencedor al ejército de color rojo.
Así que, una vez hicieron el supper, se les entregó un pequeño premio dulce a los miembros de dicho equipo; finalizando con esto un largo y provechoso día para los nuestros, que muchos ansían ya repetir.
Y el domingo madrugamos un poquito más de lo normal, ¡el zoo de Dublín nos esperaba! A las 9:00 de la mañana pusimos rumbo a la capital y en poco más de media hora estábamos allí!
El tiempo acompañó durante toda la visita; visitamos especie por especie, animal por animal, y por si fuera poco, ¡después de comer hicimos un Quiz y por equipos tuvimos que buscar respuestas a las diferentes preguntas que los monitores nos planteaban; ¡hubo hasta premio para los que antes lo consiguieron!
Sobre las 15:00, salimos del zoo y pasamos el rato que aún nos quedaba en Phoenix Park, ¡era enorme! Había música en directo, muchísima gente paseando y disfrutando del día soleado; y nosotros, aprovechamos para descansar después de tanto caminar, jugando a juegos sentados sobre el césped.
A las 16:00 partimos de nuevo hacia Rathdown y después de cenar nos esperaba la velada más ansiada de los últimos días: ¡The Terror Night! Algunos monitores y alumnos participaron como actores, otros como visitantes, ¡muchos recordarán algunos de los sustos durante mucho mucho tiempo! Pero eso sí, lo pasamos en grande, ¡algunos hasta quisieron repetir y volver a entrar en el tenebroso laberinto!
Como cada noche, no había mejor forma de terminar el día: aún con la cara llena de pintura y «sangre», fuimos al comedor, donde después del supper nos fuimos a descansar.
See you soon!